CON 4 GOLES DE CAVENAGHI RIVER VENCIO COMODAMENTE AL LOBO JUJEÑO. MAS DE 10000 HINCHAS ACOMPAÑARON AL MILLONARIO EN JUJUY
SAN SALVADOR DE JUJUY.- El resultado, las perlas de Fernando Cavenaghi, el hombre del sábado y de River, y los 90 y tanto minutos que el "millonario" disfrutó haciéndole padecer una pesadilla con los ojos abiertos al "lobo", quedarán manchados por un pequeño gran detalle. Esto es así...
Arranca la historia, los dos acusan recibo que querer ganar y van al hueso. 23’, Error en la zaga jujeña y Domínguez, ningún chorizo, encara hacia el arco. Crivelli se zambulle correctamente al piso y toma el balón. El 10 cae por decantación pero, sin dudarlo, Pablo Lunati, señala el círculo de los suspiros. Penal para la visita. Lío en puerta y quejas desmedidas (sin violencia) de los anfitriones. Ejecución de manual de "Cavegol" y camino allanado para los dirigidos por Matías Almeyda.
De ahí en adelante, con la ventaja a favor del invitado, el partido fue otro. Y eso que hasta después del descanso no aparecieron más goles. Porque River tomó la batuta y la manejó como Dios manda.
Hizo caminar por las brazas al dueño de casa que, impotente, veía como el malón de Núñez le copaba la parada constantemente. Cavenaghi volvió a aparecer a lo 50’, y gol. Chau partido. Ni hablar, entonces, del 3 a 0. Un balde demasiado frío para Salvador Ragusa (¿seguirá al frente después de cinco caídas en fila?), que ni siquiera encontró algo de luz con el descuento de Minici, para el 1-3. Ya era tarde. Iban 87’ y Gimnasia nunca había podido hilvanar ni un toque como la gente. Para los de la "banda", hubo un festejo más. De Cavenaghi, claro, para el 4 a 1. (La Gaceta)
Arranca la historia, los dos acusan recibo que querer ganar y van al hueso. 23’, Error en la zaga jujeña y Domínguez, ningún chorizo, encara hacia el arco. Crivelli se zambulle correctamente al piso y toma el balón. El 10 cae por decantación pero, sin dudarlo, Pablo Lunati, señala el círculo de los suspiros. Penal para la visita. Lío en puerta y quejas desmedidas (sin violencia) de los anfitriones. Ejecución de manual de "Cavegol" y camino allanado para los dirigidos por Matías Almeyda.
De ahí en adelante, con la ventaja a favor del invitado, el partido fue otro. Y eso que hasta después del descanso no aparecieron más goles. Porque River tomó la batuta y la manejó como Dios manda.
Hizo caminar por las brazas al dueño de casa que, impotente, veía como el malón de Núñez le copaba la parada constantemente. Cavenaghi volvió a aparecer a lo 50’, y gol. Chau partido. Ni hablar, entonces, del 3 a 0. Un balde demasiado frío para Salvador Ragusa (¿seguirá al frente después de cinco caídas en fila?), que ni siquiera encontró algo de luz con el descuento de Minici, para el 1-3. Ya era tarde. Iban 87’ y Gimnasia nunca había podido hilvanar ni un toque como la gente. Para los de la "banda", hubo un festejo más. De Cavenaghi, claro, para el 4 a 1. (La Gaceta)
Almeyda se mostró satisfecho con el nivel de River ante el Lobo jujeño. “Los felicité a los jugadores. Jugaron todos bien”, expresó. Pelado chocho…
Lo necesitaba… Tras la dura derrota ante Aldosivi, que implicó la pérdida del invicto, River pretendía cambiar la imagen ante Gimnasia (J). Con cinco cambios, el equipo mejoró su performance y consiguió una victoria importante en el norte argentino, con una actuación para el recuadro de Cavenaghi. En el día posterior al triunfo, Matías Almeyda, que no había podido hablar cuando finalizó el partido porque le cerraron la sala de prensa del estadio por orden del presidente del Lobo Fernando Yécora, brindó una conferencia de prensa en el Hotel en que se alojó la delegación millonaria. Contento por el nivel de sus dirigidos, el Pelado tiró: “Teníamos que recuperar la identidad. El sábado la tuvimos”.
“Cuando uno ve jugar al equipo así lo deja contento. Este es el camino. Se disfrutó el partido. Felicité a los jugadores. Todos lo hicieron bien. El River que buscamos es el que se vio ante Gimnasia. Tenemos que seguir por este camino”, consideró el DT, sereno, con mucha calma. Por supuesto, hubo lugar para los elogios. Si bien destacó el trabajo de todos sus players, tuvo palabras de elogio para Cavenaghi: “Tengo una envidia sana porque nunca hice cuatro goles. Cada vez que agarraba la pelota generaba peligro”. También le tiro flores al debutante Ramiro Funes Mori: “Jugó un gran partido. No parecía que era el primero. Me pone contento”.
Por otro lado, sin pelos en la lengua, fiel a su estilo, el oriundo de Azul criticó el hecho de que no pudiera hablar en conferencia de prensa ni bien terminó el partido: “Yo quería hablar, pero me cerraron la puerta. Estas cosas no le hacen bien al fútbol. Tendrá que cambiar este señor (por Yécora)”. Por último, palpitando lo que será la vuelta al Monumental ante Atlético Tucumán, el entrenador ansía con que ese partido sea una fiesta. “Espero que pueda entrar más gente”, cerró, con respecto a la capacidad del estadio, que por ahora estaría habilitado para poco más de 40 mil personas. ¿Las autoridades escucharán el pedido? Por lo pronto, Almeyda ya se expresó. Ahora descansa y disfruta de esta victoria en Jujuy.
“Cuando uno ve jugar al equipo así lo deja contento. Este es el camino. Se disfrutó el partido. Felicité a los jugadores. Todos lo hicieron bien. El River que buscamos es el que se vio ante Gimnasia. Tenemos que seguir por este camino”, consideró el DT, sereno, con mucha calma. Por supuesto, hubo lugar para los elogios. Si bien destacó el trabajo de todos sus players, tuvo palabras de elogio para Cavenaghi: “Tengo una envidia sana porque nunca hice cuatro goles. Cada vez que agarraba la pelota generaba peligro”. También le tiro flores al debutante Ramiro Funes Mori: “Jugó un gran partido. No parecía que era el primero. Me pone contento”.
Por otro lado, sin pelos en la lengua, fiel a su estilo, el oriundo de Azul criticó el hecho de que no pudiera hablar en conferencia de prensa ni bien terminó el partido: “Yo quería hablar, pero me cerraron la puerta. Estas cosas no le hacen bien al fútbol. Tendrá que cambiar este señor (por Yécora)”. Por último, palpitando lo que será la vuelta al Monumental ante Atlético Tucumán, el entrenador ansía con que ese partido sea una fiesta. “Espero que pueda entrar más gente”, cerró, con respecto a la capacidad del estadio, que por ahora estaría habilitado para poco más de 40 mil personas. ¿Las autoridades escucharán el pedido? Por lo pronto, Almeyda ya se expresó. Ahora descansa y disfruta de esta victoria en Jujuy.
0 comentarios :
Publicar un comentario