EL CLASICO TUCUMANO

Dos gritos, mucho fervor y casi nada de fútbol.

En una repleta Ciudadela, San Martín y Atlético igualaron 1 a 1, resultado que deja al "decano" en la cima del campeonato junto a Rafaela. El "santo" se puso en ventaja con gol de Miguel Fernández y empató Cristian Chávez de cabeza. El conjunto de Roldán estuvo más cerca del triunfo.
Lo disputaron con los dientes apretados, sin dar por perdida ninguna pelota. Sin dudas, para San Martín el clásico era el partido del año. Y así lo planteó Carlos Roldán desde mucho tiempo antes. "Al clásico lo vamos a ganar", no se cansó de repetir el DT en la previa. Seguramente la finalidad no era otra que levantar el ánimo de un plantel que venía golpeado por los malos resultados y por los conflictos internos del club. Sin dudas lo consiguió.




Por eso, apenas Héctor Baldassi indicó el inicio del encuentro los albirrojos salieron a asfixiar al adversario. El entrenador "santo", un viejo zorro, sorprendió a todos desde mucho antes del comienzo del cotejo. Dejó en el banco a Daniel Vega y se la jugó por la dupla integrada por Miguel Fernández y Gustavo Ibáñez. Y ahí radicó una de las claves de la superioridad sobre el archirrival. Recostado sobre el andarivel derecho, "El Ratón" enloqueció a la defensa "decana" con sus gambetas en velocidad. La primera llegada fue a los 4’. Ibáñez dejó prácticamente parado a Pautasso y por muy poco el "Monito" no llegó a conectar de cabeza. Pero enseguida llegó la revancha para el ex delantero de Sportivo. Fernández recibió un gran pase de Daniel Pereira y picó la "caprichosa" ante la salida de Ischuk. Muchos esperaban que el local se metiera atrás a partir de ese momento. Pero fue todo lo contrario: siguió buscando el arco, con orden defensivo y sobre todo, con mucha actitud. Bustos, un futbolista con una gran pegada, trató de ser siempre la salida y se asoció muy bien con Casado, que estuvo lejos de exhibir su mejor repertorio.

En el complemento Roldán cambió nombres, pero mantuvo su sistema preferido: 3-4-1-2. Lo que no cambió nunca en el "santo" fue la actitud para buscar el arco rival. Porque no hay dudas de que jugó con el corazón.

Los jugadores tienen que irse contentos a sus casas porque dejaron todo para darles la alegría que los hinchas vinieron a buscar. Hay que seguir trabajando
FUENTE:LA GACETA